El futbolista y su esposa denunciaron que un colegio de City Bell les negó la
escolaridad en el 2025 a su hijo con autismo y a la hermana. Creen que se trató de un
caso de discriminación. El caso se judicializó y ahora la familia obtuvo un fallo a su
favor.
La Justicia falló a favor de la familia del arquero de Independiente Rodrigo Rey y
concedió una medida cautelar que asegura la matrícula escolar de sus hijos, Benicio
diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA)- y Renata, para el ciclo lectivo
2025 en el Instituto José Manuel Estrada de City Bell. La decisión, que representa un
avance en el litigio que la familia mantiene contra la institución, permitirá que los niños
continúen su desarrollo académico y social en un entorno conocido.
El conflicto había comenzado en octubre pasado, cuando la institución educativa
comunicó a la familia Rey, mediante una carta documento, que no renovaría la
matrícula de sus hijos para el próximo año. Benicio, de 8 años, requería un ambiente
adaptado a sus necesidades, pero los padres denunciaron que el colegio no había
realizado los ajustes necesarios y, además, señalaron que la decisión de excluir a
ambos niños podría responder a un posteo crítico que el futbolista publicó en sus redes
sociales meses atrás.
En junio, el arquero había cuestionado públicamente la falta de inclusión para su hijo,
luego de recibir una foto del niño recostado de manera inadecuada en una colchoneta
improvisada durante el horario escolar. Este hecho fue interpretado por la familia como
una muestra de desinterés hacia las necesidades de Benicio. Pese a ofrecer costear
reformas que beneficiaran a su hijo, Rey aseguró que sus propuestas fueron ignoradas.
Tras recibir una carta documento en agosto que exigía a la familia retractarse de sus
dichos, los Rey respondieron solicitando al colegio que cumpliera con la normativa de
educación inclusiva. Sin embargo, en octubre, la institución decidió dar por cerrada
cualquier negociación al comunicar que no renovaría las matrículas de Benicio ni de su
hermana mayor, Renata.
El caso escaló a la Justicia luego de que la familia presentara un recurso de amparo
para que sus hijos continuaran asistiendo al colegio. Aunque la medida cautelar fue
inicialmente rechazada, la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata revirtió esta
decisión, marcando un precedente en favor de la inclusión educativa.
El Instituto José Manuel Estrada alegó haber agotado todas las instancias de diálogo,
pero la familia Rey aseguró que la actitud del colegio fue unilateral y discriminatoria.
“Quedó claro que la institución redobló la apuesta y se olvidó del interés superior de los
niños”, manifestó Junqueira.
Con esta medida cautelar, la familia Rey recupera momentáneamente la tranquilidad de
saber que sus hijos podrán continuar su formación en el entorno escolar al que
pertenecen desde 2021. La resolución judicial, sin embargo, es preliminar, y el litigio
continuará mientras ambas partes buscan una solución definitiva.
El fallo también fue celebrado por Paulo Morales, presidente de la Asociación Civil
TEActiva, que brinda asistencia al deportista y su familia. “Más allá de la alegría de la
familia Rey, este es un gran avance para toda la comunidad del autismo”, expresó.
Y amplió: “Sabemos que esta situación se replica a lo largo y a lo ancho de todo el país
en miles de familias cuyos hijos con neurodivergencias son expulsados del sistema
educativo, sufriendo el rechazo de colegios que dicen no tener vacantes, en un
peregrinar eterno, cruel e injusto. Los testimonios que recibimos a través de las redes
de TEActiva son desgarradores. Esta cautelar da esperanza a todos ellos”.
El trastorno del espectro del autismo (TEA) es una condición del neurodesarrollo que
afecta a la configuración del sistema nervioso y al funcionamiento cerebral. Se
caracteriza por dar lugar a dificultades para la comunicación e interacción social y para
la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta.
Rodrigo Rey, Benicio y Pepé Santoro.
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